Dos programas federales ayudan a las personas que estuvieron expuestas al polvo tóxico de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en el Bajo Manhattan, en el Pentágono y en Shanksville, Pensilvania. Uno de estos programas, el Programa de salud del WTC, brinda atención médica y monitoreo para una lista de enfermedades certificables asociadas con el 11 de septiembre, incluidos muchos tipos de cáncer y enfermedades respiratorias. El segundo programa, el Fondo de Compensación para las Víctimas del 11 de septiembre (VCF, por sus siglas en inglés), brinda compensación a las personas con enfermedades relacionadas con el 11 de septiembre que han sido certificadas a través del Programa de Salud del WTC.