El reciente fallecimiento de un policía veterano de la policía de Nueva York que corrió al World Trade Center el 11 de septiembre es otro recordatorio no deseado de que el cáncer y otras enfermedades relacionadas con ese terrible día continúan cobrando la vida de los socorristas, los trabajadores de recuperación y otros.
El oficial Richard López , de 52 años, falleció debido al cáncer que contrajo durante su asignación de servicio en la Zona Cero luego de los ataques terroristas. López, veterano de la policía de Nueva York durante 20 años y ex marine, trabajó en el sitio del World Trade Center durante meses después del 11 de septiembre participando en operaciones de búsqueda, rescate y recuperación. Dejó una esposa y una hija.
Al igual que miles de personas que trabajaron en el sitio, López estuvo expuesto e inhaló la "nube tóxica" de carcinógenos como asbesto, fibras de vidrio, plomo, dioxinas, PCB (bifenilo policlorado), PAH (hidrocarburos aromáticos policíclicos) y otras toxinas y contaminantes que surgieron de los escombros del World Trade Center.
Estas toxinas han enfermado y matado a miles de personas que trabajaron en la Zona Cero en los oscuros días posteriores a la caída de las Torres. Ya se han confirmado miles de casos de cáncer y otras dolencias relacionadas con el 11 de septiembre en los socorristas del WTC, y se espera que esos números aumenten. Durante la primera década después del 11 de septiembre, se diagnosticaron 697 cánceres entre 15 507 participantes en el Programa de Salud del World Trade Center (WTCHP), y solo la policía de Nueva York ha perdido al menos 137 oficiales por afecciones relacionadas con el 11 de septiembre.
Como informamos a principios de este año, un estudio reciente concluyó que los oficiales de policía, bomberos, técnicos de emergencias médicas y otros socorristas deberían esperar ver incidencias de cáncer más altas que el promedio en las próximas décadas, incluido un mayor riesgo de
desarrollar cánceres de próstata, cánceres de tiroides y cánceres de piel tipo melanoma.
Los autores del informe enfatizaron que estos riesgos elevados de cáncer subrayan “la importancia de los esfuerzos de prevención del cáncer y las pruebas de detección de rutina en los trabajadores de rescate y recuperación expuestos al WTC.
Para los socorristas del 11 de septiembre y otras personas a las que se les haya diagnosticado un cáncer cubierto, tales exámenes de detección de cáncer de rutina, junto con el control y el tratamiento, pueden estar disponibles sin costo a través del Programa de Salud del World Trade Center (WTCHP).
Según el WTCHP, hasta el 31 de diciembre de 2017, más de 8000 bomberos, socorristas y otros sobrevivientes a quienes se les ha diagnosticado cáncer relacionado con el 11 de septiembre.
Si tiene preguntas o necesita ayuda para registrarse para la detección o el tratamiento del cáncer a través de WTCHP o si desea presentar un reclamo ante el Fondo de compensación para víctimas del 11 de septiembre, comuníquese con nosotros. En Turley Hansen & Rosasco, nuestros abogados del 11 de septiembre trabajan en estrecha colaboración con las personas y las familias para comprender completamente su situación, desafíos y necesidades. Inspirados por el coraje de estas familias, hemos recuperado más de $75 millones en compensación por el 11 de septiembre en nombre de más de 1200 clientes, incluidos cientos de policías, bomberos, pacientes con cáncer y sus familias. Somos el único bufete de abogados en los Estados Unidos enfocado exclusivamente en representar a víctimas y socorristas por sus cánceres, enfermedades y lesiones relacionados con el 11 de septiembre.
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